lunes, 24 de mayo de 2010

Tristeza


Las dos Fridas, Frida Kahlo

Dártelo es mi privilegio
y como te lo doy,
te lo podré quitar

-la noche es mágica también, ¿no?-
-y trágica.
me pasaba las horas
acariciando mi herida
se me iban los días....-

no me pidas que te espere
porque siempre que espero
estoy persiguiendo


Yo intentaba escrutar las estrellas
mientras tú te pintabas las uñas de los pies

sí, te veré surfear de nuevo
con tu traje de sirena
y tu tabla plateada

en una habitación con vistas
con una desconocida que conocí


en mi búsqueda de la felicidad
me vi interrumpido por la metafísica

escribo sobre ti desde hace mucho
incluso antes de conocerte

y si no te veo aquí
te veré en mis sueños

tengo mi tristeza siempre ahí
escondida
poniéndose guapa
y cuento con ella
pa' que me sepa guiar
mas allá de ti
mas allá de mí

5 comentarios:

Salomé dijo...

Te voy a contar un secreto: si ella usa laca roja de uñas merece la pena perseguirla por callejones oscuros. ;) No se lo cuentes a nadie, ¿vale?

Encantada de conocerte,
Salomé.

Anónimo dijo...

Existe una ancetral norma no escrita: "le principesse non possen essere mai tristes" Así que, por favor, respete la norma,avance una casilla, mire al cielo, pálpese el lindo lóbulo de su oreja, sienta sus pies descalzos y verá que le crece una sonrisa tan aguda que hará vibrar los cristales de los pálidos tranvías. Entonces, a lo lejos, sonará una melodía húngara a violín, las cosas sabrán a sandía fresca y el paisaje más desolado se parecerá a Amalfi en el mes de junio.

La Boheme dijo...

El (por otra parte noble) sentimiento de "Tristeza" me resulta un pelín corto, frente a tanto corazón partido, y a tanta sangre derramada bajo el pincel de mi querida Frida.

Si todavía no has tenido la ocasión de hacerlo, prográmate algún día una escapada por la apacible casa azul de Frida Khalo, en el tan "chilango" y colorado barrio de Coyoacán, México DF : algo de su alma a la vez tremendamente vital y desgarradamente sufrida (¿suFrida?) flota todavía entre los pasillos, y por la intimidad de los patios y jardines.

Pasado el momento de nostalgía, un buen trago de mezcal en una terraza vecina acabará con cualquier brote de tristeza que intente asomar por ahí ;0)

Anónimo dijo...

en mi búsqueda de la felicidad
me vi interrumpido por la metafísica

escribo sobre ti desde hace mucho
incluso antes de conocerte


F.

Anónimo dijo...

Es curiosa la vida, justo la tarde antes de esta publicación yo mismo hablaba de este cuadro a otra persona como "mi favorito de Frida". Pero hasta hoy no había logrado transmitirme tantísima trsiteza como ahora mismo. Será el azar que siempre hace las cosas más "mágicas" o quizás el poema, quizás el haber recordado la historia de amor imposible entre el elefante y la paloma. Nos veremos más allá.

Publicar un comentario