miércoles, 17 de marzo de 2010

Sublimidades afines

Antes de irme a aprovechar la mañana como una persona de bien, sólo quería decir que

¡Qué große Scheiße tener clase ahora con EgoMan!





Reposo

Una tristeza del tamaño de un pájaro.
Un aro limpio, una oquedad, un siglo.
Este pasar despacio sin sonido,
esperando el gemido de lo oscuro.
Oh tú, mármol de carne soberana.
Resplandor que traspasas los encantos,
partiendo en dos la piedra derribada.
Oh sangre, oh sangre, oh ese reloj que pulsa
los cardos cuando crecen, cuando arañan
las gargantas partidas por el beso.

Oh esa luz sin espinas que acaricia
la postrer ignorancia que es la muerte.

Vicente Aleixandre


1 comentario:

Anónimo dijo...

Questa bellisma musica (sublime) e anche il poema sono un buco en una matina che è come una letania. Sono una luce en il oggi.
Conde Valentino di Lampedusa, ma Rosso
(Comandante di la 15º Brigada Libertaria, Guadalajara, Spagna)

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