miércoles, 24 de agosto de 2011

Poema doble del Lago Edén, de Federico García Lorca
[...]
Quiero llorar porque me da la gana,
como lloran los niños del último banco,
porque no soy un hombre, ni un poeta, ni una hoja
pero sí un pulso herido que ronda las cosas del otro lado.
[...]

1 comentario:

Unknown dijo...

en la gran vía de colón hay un señor don federico sentado en un banquito, bien dispuesto a dialogar

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