lunes, 4 de abril de 2011

Como el náufrago metódico que contase las olas que le bastan para morir

que las contase y las volviese a contar, para evitar errores, hasta la última

hasta aquélla que tiene la estatura de un niño y le cubre la frente

así he vivido yo, con una vaga prudencia de caballo de cartón en el baño

sabiendo que jamás me he equivocado en nada

sino en las cosas que yo más quería.

Luis Rosales.

He sentido un escalofrío al terminar de leerlo, qué quieren que les diga...

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