No creer en dios termina siendo un obstáculo, porque recurrir a un ser superior parecería que es mucho más práctico. Aunque lo cierto es que en el último funeral que fui el cura dijo (sobre la muerta): "era tan buena persona que dios la requería así de temprano a su lado". El límite de lo absurdo cuando se muere con dieciocho años.
He estado preguntándome y revisando mis escuetos conocimientos sobre filosofía para alcanzar una respuesta, y lo único que encuentro es una negación racional del sentido de la vida y una absoluta arbitrareidad de la muerte. No es lógico, si existiera o existiese un dios, que dejase morir a jóvenes y plagara el mundo de hijos de puta viscerales.
Experimentamos la vida proyectándola hacia un futuro, que se nos antoja tan real como el propio presente, pero que no tiene otra categoría más allá de la mera hipótesis.
¿Es la muerte un proceso más de la vida? ¿Es cierto que la vida se detiene en la muerte? Es muy duro de asimilar, la muerte siempre se ve como algo lejano a nosotros, que puede que no llegue nunca (en un último esperanzado resquicio). Pienso en el cuadro de Pieter Brughel, El triunfo de la muerte, y pienso cuándo resulta que la muerte no triunfa. Al fin y al cabo, es el único hecho cierto que tenemos tras efectuarse el nacimiento. Por tanto, siempre la muerte, con la vida, prevalece de una manera triunfante. Viejos proverbios nos recuerdan aquello de que para aprender a vivir hay que aprender a morir. En ocasiones he felicitado cumpleaños, obteniendo por respuesta "un año menos que me queda de vida". Yo siempre decía "o un año más...". Supongo que la vida consiste en morir muchas veces mucho, en la medida en que se evoluciona, se transfigura, se aprende, se cambia la piel.
CURRÍCULUM (del viejo Mario)
El cuento es muy sencillo
usted nace
contempla atribulado
el rojo azul del cielo
el pájaro que emigra
el torpe escarabajo
que su zapato aplastará
valiente
usted sufre
reclama por comida
y por costumbre
por obligación
llora limpio de culpas
extenuado
hasta que el sueño lo descalifica
usted ama
se transfigura y ama
por una eternidad tan provisoria
que hasta el orgullo se le vuelve tierno
y el corazón profético
se convierte en escombros
usted aprende
y usa lo aprendido
para volverse lentamente sabio
para saber que al fin el mundo es esto
en su mejor momento una nostalgia
en su peor momento un desamparo
y siempre siempre
un lío
entonces
usted muere.
Por mucho que intento racionalizarlo se me escapa de toda explicación lógica. Lo único verdadero es que no se puede vivir para siempre, porque tenemos un físico con fecha de caducidad. Pero, ¿qué es lo que de pronto hace clic y muere? Se puede entender cuando hay una enfermedad, o incluso un accidente. Pero ¿qué pasa cuando el cuerpo decide sin mas desaparecer, dejar de vivir? Siempre había pensado que no se muere del todo mientras las conciencias vivas siguen recordando lo vivido con el fallecido. Pero no deja de ser un recuerdo, no es tangible, no es real, no está vivo. Es un recuerdo congelado, porque no puede crecer ni avanzar en el tiempo, sólo mantenerse acompañando cada instante en el que es recuperado.
Sigo sin ninguna respuesta.
Sigo sin ninguna respuesta.
8 comentarios:
es la vida un proceso más de la muerte?
quizás sea más hacertada esa pregunta.
marinito tengo ganas de verte (L)
Respecto a la muerte no tengo nada que aportar.Supongo que es una de esas cosas de las que no se sabe hasta haberlas "vivido".
Pero siempre me gusta pensar que todos cuando morimos dejamos algo nuestro en el mundo de los vivos,no me refiero a recuerdos.
Hablo de que una parte de nosotros,nuestro caracter,manera de ser,actitud,humor,fantasías,sueños,etc forma parte de otras personas.Ya que todos estamos formados por muchos pedacitos de todas las personas que hemos conocido,admirado,querido...
Y eso dura para siempre,así nos hacemos inmortales.
La muerte es tal vez la expresión de un miedo. Un territorio vetado para la razón. Una inasible geometría donde sólo pone el pie la fe, cualquier fe. La vida y la muerte son realidades excluyentes del mismo modo que el ser y la nada. Y de igual manera que Heidegger se pregunta ¿por qué el ser y no mas bien la nada? habría que preguntarse no por la muerte sino por la vida. Hacerlo sin caer en la trampa que supone definir su valor en tanto opuesto a la muerte. La verdadera dialectica se encuentra al oponer la vida al misterio del nacimiento, de la génesis. De la primera oposición se alimenta el pensamiento supersticioso que da pie a la religión y de la segunda podemos cuanto menos esperar una perspectiva enriquecedora y un fundamento para valorar la vida en sí misma, preguntandonos por su porqué y no por su finalidad o su destino.
Me aburrí
Javier, yo siempre pensé que era justo lo contrario, que el miedo era la expresión de la muerte, y no viceversa. Parece que la vida tiene algún tipo de explicación biológica, aunque es cierto que si nos remitimos a la vida en un sentido total, en un sentido más bien totalizante, que surja la vida no es más que la unión de muchas casualidades. Pienso que el preguntar el porqué nos termina llevando sin remedio a su finalidad, porque la vida es un fin en sí mismo, y por tanto su porqué es también su finalidad.
Por otro lado, me pregunto también ¿tiene todo el mundo el mismo derecho a la vida? ¿cabe alguna posibilidad de una ética de la vida y de la muerte?
Anónimo 1: y cuando muere todo el mundo que nos recordaba, ¿morimos definitivamente?
El único problema de los seres humanos es vivir siendo conscientes de la vida y de la temporalidad. El lado malo de haber desarrollado el lenguaje, según dicen algunos.
Para mí este lado se compensa enormemente con las infinitas posibilidades que tenemos gracias a nuestro pensamiento, si bien todavía nos queda mucho para desarrollar nuestra potencialidad como especie.
PD. ¿Acaso somos algo más que la suma de los recuerdos, esperanzas o deseos en la mente de los demás? Si nadie pensara en ti, ni te recordara, sería como si no exisitieras. La muerte de todos los recuerdos sobre ti es la muerte definitiva, razón por la cual mucha gente anhela hacer historia de una forma u otra.
Mientras por competir por tu cabello
Oro bruñido al sol relumbra en vano,
Mientras con menosprecio en medio el llano
Mira tu blanca frente al lilio bello;
Mientras a cada labio, por cogello,
Siguen más ojos que al clavel temprano,
Y mientras triunfa con desdén lozano
Del luciente cristal tu gentil cuello,
Goza cuello, cabello, labio y frente,
Antes de lo que fue en tu edad dorada
Oro, lilio, clavel, cristal luciente,
No sólo en plata o viola troncada
Se vuelva, más tú y ello juntamente
En tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.
Luis de Góngora, 1582
la muerte ho la muerte,si estara segura la muerte de su triunfo que nos da una vida de ventaja
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