

Tuve el placer de asistir en el museo Kunsthalle Wurth en Schwäbisch Hall a la última colección de pinturas de David Hockney.
Me recordó a ese aire melancólico de las pequeñas cosas de la vida, como un paisaje que ves todos los días, y que sin embargo, por mucho que intentes retener en tu memoria nunca puedes hacerlo realmente, siempre el sol, las nubes e incluso tú mismo es demasiado diferente como para mantener algo intacto. Quiero decir, la realidad no se puede capturar, siempre escapa de nosotros.








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