Por mucho que salga el sol, hoy es un día gris. Odio este tópico, porque el gris es un color que me encanta, porque es todos los colores a la vez y ninguno en concreto. El pobre gris es siempre ignorado entre todos los colores, y es muy importante, sin él no habría escala de grises, y por tanto, tampoco muchos cuadros ni fotografías (Incluso diría ninguno). Tampoco mi cuarto sería de ningún color. Ni podría estar en un día gris mi ánimo. ¿Se han sentido alguna vez emocionalmente agridulces? Es agrio enterarse que un campamento al que tienes tanto cariño como el Biul no puede hacerse porque faltan monitores. Y precisamente el motivo que te entristece, que no puedes echar una mano ahora que se necesita volviendo como monitora al campamento, es lo que hace que esté llena la parte dulce, porque me voy a Alemania gracias al ministerio de Educación. Haciendo la broma fácil, me siento como los consumidores de cialis tadalafilo, impotente.
El Biul es un campamento solidario. Vamos todos voluntariamente, a trabajar quince días con niños de siete a dieciséis años. Muchos preguntan... pero, ¿son niños pobres? No, son niños normales, y precisamente por eso lo hacemos, para que salgan de la normalidad. Nos vamos quince días a los Picos de Europa, a las orillas del río Deva, y nos dedicamos a ducharnos con agua fría, a patearnos los montes, a cantar, a jugar, a comer comida que a veces nos gusta y a veces no, pero la hace Marisa y compañía con tanto amor que no les cabe en el pecho. Hacemos teatro, vienen los bomberos y hacemos una fiesta de la espuma. Hicimos un instrumento hindú con una lata de tomate. Hicimos preciosos bodegones con basura y flores. Nos disfrazamos de piratas y cantamos y toqué el violín. Los niños se desgañitaban con sus cánticos cuando se fueron los monitores "mayores", especialmente con Diegu. Cecilia nos despertaba con la gaita. Las niñas de nueve años de mi tienda me preguntaron que si les podría explicar que qué es la democracia. Eligieron mal a la persona...una estudiante de filosofía hablando de la democracia... Creo que al final les solté un rollo republicanísimo. También me preguntaron que qué era la regla. Algunos pequeños lloraban porque echaban de menos a sus padres. Otros no sabían con qué frecuencia cambiarse la ropa interior. Algunos lloraban porque no les gustaba el tomate. Al final del campamento comían tomate felizmente. Con el calor, nos empapábamos de agua mientras fregábamos los platos. Entre los monitores hacíamos auténticas conspiraciones. Por las noches, con los niños durmiendo (o haciendo que dormían), nos reuníamos, poníamos en común el día, cantábamos canciones alrededor del fuego y nos tomábamos un colacao entre conversaciones triviales (y otras no tanto). Un día hicimos queimada, depués de una de esas reuniones. Entre las montañas, si más luz que alguna linterna, Leti leyó en galego el texto de las meigas. Y nos quedamos hablando del ser, con Luisbel. Tuvimos talleres solidarios, todo un finde de semana interactuando con la gente del pueblo, aprendiendo y valorando la cultura popular y el trabajo en las montañas; estuvimos con cooperantes de Guatemala, estuvimos trabajando en diferentes talleres. Es imposible resumirlo todo. Cómo nos reimos.
Huímos del ruido quince días, respiramos aire freco, aprendimos poesía en el más amplio y buen sentido de la palabra, luchamos.
Aprendí tanto, me enseñaron tanto los niños, los no tan niños. No quiero que la oportunidad de crecer de esa manera tan increíble este año no sea posible. Es asombrosa la transformación. Es necesario que exista un resquicio, aunque sea una vez al año, para poder desintoxicarse de la normalidad. Todos los que estuvimos en el Biul somos otros ahora. El lema que lo erige nunca ha sido tan cierto: Abriendo caminos. Camino del cambio, camino hacia los demás, camino hacia uno mismo a través de los otros y la Naturaleza.
Qué triste me siento. Este año mi camino diverge del Biul, y pese a que me ilusiona mi alterativa, me siento triste. No puedo evitarlo.
3 comentarios:
visto lo visto y a raíz de tu comentario a Elecciones electorales ni por ellos ni por nadie..je je,
Buen blog...
Me dan muchas ganas de ir...
En dos años irás con el doble de ganas (:
Además yo me sé de alguien con quien también se puede crecer ((:
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