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Prof. Dr. Dr. H. C. Katharina von Müllentsorgung
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23:14
Vasarely, Catch
El otro día me topé con unos de los pensamientos más poderosos y con capacidad destructiva que he visto, probablemente, en mi vida. Pertenece a La gaya ciencia, de F. Nietzsche, aunque yo lo vi como nota de inicio a las lecciones sobre Nietzsche de Heidegger:
"La vida puede ser un experimento del que conoce".
Sí, AsdePIqas, del que conoce. Eso dice Nietzsche. Para mí tiene tantísima intensidad esa frase. El experimento es una actividad que se realiza partiendo desde una hipótesis y buscando algo en concreto (que se cumplen o refuten esas hipótesis, que se muestren ciertos hechos y cosas similares). Si la vida es eso, es suponer que la vida es na ficción, es hacer de la vida un objeto de estudio para poder conocerla, ya sea por un científico, por un filósofo o un artista.
Esa frase no sólo resulta de una arrogancia impertinente, sino de una profunda raigambre idealista. En esto contravino a su maestro Schopenhauer. Es normal que "Heidi" tome frases como ésta para lanzar su ataque contra "ese gran metafísico que critica la metafísica". La subjetividad parece ser aquí tan libre y descarnada, que frases como ésta lo alejan de interpretación de Ricoeur como filósofo de la sospecha. La subjetividad aquí no parece nada constituida, sino constituidora. No sólo es una china en el ojo para un hermenéuta o un materialista, es apología del idealismo.
(Que conste que lo he tenido que reescribir. He hecho lo que he podido, aunque la versión primera estaba mejor) Anónimo, estoy de acuerdo con tu matización, sobre todo en el aspecto subjetivista. Parecería que sí puede desprenderse una lectura materialista de la frase, en tanto la vida sería aquello que alguien puede experimentar, algo que se vive y que se piensa de un modo concreto en un momento concreto, eliminando de este modo la tesis religiosa que asume la vida como algo otorgado por una entidad ajena. Que la vida sea un experimento arroja luces sobre la finitud y limitación que tenemos para conocer la vida, que tenemos que limitar a nuestra capacidad de acción y pensamiento. Toda la vida quedaría agotada en nuestras capacidades para conocerla. Finalmente, con este asunto terminaría sucediendo como con la obra de arte: en definitiva, es el propio sujeto el que se conoce a sí mismo, a sus categorías y a sus conceptos, y no a la cosa. Asimismo, es cierto que esta sentencia se confronta con ese aspecto tan tan vital de la vida, el "estar arrojado" heideggeriano, que hace que tal frase se invierta: parece que es la vida la que experimenta con cada vida. Es un experimento que, por cierto, siempre sale mal, porque terminamos muriendo. Negar ese carácter de "ya estar viviendo", aunque no lo pensemos, aunque no hagamos de ello un experimento, es como suponer que a veces vivimos y otras no. Un absurdo.
Ah, y que conste que no entiendo porqué a Nietzsche se le tilda de no-metafísico, cuando no sólo es metafísico como el que más, sino que encima nos intenta tomar el pelo diciendo que no es así. Eso duplica la gravedad del asunto. En términos genéricos, no entiendo la negación de la metafísica.
Seré simplón. Por mucho que lo mire no veo un mínimo rasgo materialista. Yo lo que veo es: a) arrogancia. "El que conoce" es de una arrogancia tan grande como aquella de la que hace gala el sobrado de Sócrates: "sólo sé que no sé nada". ¡Vaya, "saber que no se sabe" es de un sobrado brutal!, tanto como "el experimento de el que conoce" b)Uno no experimenta con la vida, la vida experimenta con uno (aunque esto suene poético). Y aquí la vida no sólo es una cuestión biológica, sino social e histórica
Nunca había pensado en el talante arrogante de Sócrates. Es curioso, porque casi toda la filosofía de Nietzsche se fundamenta en, precisamente, criticar la "razón" de la filosofía, inaugurada por Sócrates y parece que cae en lo mismo que le critica. adredes también lo pusiste adrede, supongo, ¿no? jejeje
Uy, usted es ruín conmigo (aunque ya le dije lo del dardo, y no me importa)....pero, se puede escribir así: "adredes", como obscuro y oscuro; quizás y quizá, etc... Ay!. Y si no se pudiere, yo lo hago así, porque cuando quiero puedo ser más arrogante que el bigotes de Basilea y el feo de Atenas juntos.
10 comentarios:
apoteosis, va ir a alguno de mis laterales en cuento encuentre una imagen suficentemente brutal
¿Del que conoce?
Sí, AsdePIqas, del que conoce. Eso dice Nietzsche. Para mí tiene tantísima intensidad esa frase.
El experimento es una actividad que se realiza partiendo desde una hipótesis y buscando algo en concreto (que se cumplen o refuten esas hipótesis, que se muestren ciertos hechos y cosas similares). Si la vida es eso, es suponer que la vida es na ficción, es hacer de la vida un objeto de estudio para poder conocerla, ya sea por un científico, por un filósofo o un artista.
Esa frase no sólo resulta de una arrogancia impertinente, sino de una profunda raigambre idealista. En esto contravino a su maestro Schopenhauer. Es normal que "Heidi" tome frases como ésta para lanzar su ataque contra "ese gran metafísico que critica la metafísica". La subjetividad parece ser aquí tan libre y descarnada, que frases como ésta lo alejan de interpretación de Ricoeur como filósofo de la sospecha. La subjetividad aquí no parece nada constituida, sino constituidora. No sólo es una china en el ojo para un hermenéuta o un materialista, es apología del idealismo.
(Que conste que lo he tenido que reescribir. He hecho lo que he podido, aunque la versión primera estaba mejor)
Anónimo, estoy de acuerdo con tu matización, sobre todo en el aspecto subjetivista. Parecería que sí puede desprenderse una lectura materialista de la frase, en tanto la vida sería aquello que alguien puede experimentar, algo que se vive y que se piensa de un modo concreto en un momento concreto, eliminando de este modo la tesis religiosa que asume la vida como algo otorgado por una entidad ajena. Que la vida sea un experimento arroja luces sobre la finitud y limitación que tenemos para conocer la vida, que tenemos que limitar a nuestra capacidad de acción y pensamiento. Toda la vida quedaría agotada en nuestras capacidades para conocerla. Finalmente, con este asunto terminaría sucediendo como con la obra de arte: en definitiva, es el propio sujeto el que se conoce a sí mismo, a sus categorías y a sus conceptos, y no a la cosa.
Asimismo, es cierto que esta sentencia se confronta con ese aspecto tan tan vital de la vida, el "estar arrojado" heideggeriano, que hace que tal frase se invierta: parece que es la vida la que experimenta con cada vida. Es un experimento que, por cierto, siempre sale mal, porque terminamos muriendo. Negar ese carácter de "ya estar viviendo", aunque no lo pensemos, aunque no hagamos de ello un experimento, es como suponer que a veces vivimos y otras no. Un absurdo.
Ah, y que conste que no entiendo porqué a Nietzsche se le tilda de no-metafísico, cuando no sólo es metafísico como el que más, sino que encima nos intenta tomar el pelo diciendo que no es así. Eso duplica la gravedad del asunto. En términos genéricos, no entiendo la negación de la metafísica.
Seré simplón. Por mucho que lo mire no veo un mínimo rasgo materialista. Yo lo que veo es: a) arrogancia. "El que conoce" es de una arrogancia tan grande como aquella de la que hace gala el sobrado de Sócrates: "sólo sé que no sé nada". ¡Vaya, "saber que no se sabe" es de un sobrado brutal!, tanto como "el experimento de el que conoce" b)Uno no experimenta con la vida, la vida experimenta con uno (aunque esto suene poético). Y aquí la vida no sólo es una cuestión biológica, sino social e histórica
y puse de el adredes
Nunca había pensado en el talante arrogante de Sócrates. Es curioso, porque casi toda la filosofía de Nietzsche se fundamenta en, precisamente, criticar la "razón" de la filosofía, inaugurada por Sócrates y parece que cae en lo mismo que le critica.
adredes también lo pusiste adrede, supongo, ¿no? jejeje
Uy, usted es ruín conmigo (aunque ya le dije lo del dardo, y no me importa)....pero, se puede escribir así: "adredes", como obscuro y oscuro; quizás y quizá, etc... Ay!. Y si no se pudiere, yo lo hago así, porque cuando quiero puedo ser más arrogante que el bigotes de Basilea y el feo de Atenas juntos.
La arrogancia es una virtud, está escrito en un apócrifo de la ética de Aristóteles.
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