jueves, 16 de septiembre de 2010

La preciosa Madonna, de Munch
Soy una mar de dudas

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ojalá yo pudiese dudar como usted quien, aún haciéndolo, sigue manteniendo la sonrisa de las madonnas renacentistas. Una sonrisa, por cierto, muy peculiar y especializada.
Conde Mor of Gallinazo

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