miércoles, 9 de septiembre de 2009

Secretos deseos

Era nuestro gran secreto. Yo nunca se lo diría a nadie, era nuestro gran secreto. Habíamos inscrito una serie de iniciales (también altamente secretas) en el árbol. Lo único que puedo deciros es lo que significa una O y una (H) posterior. Lo cierto es que ni mi amigo ni yo sabíamos si tal palabra iba con hache o no. Y como no queríamos que se nos escapase ningún posible detalle, dimos pie a las dos posibilidades. Ya nos lo decía el maestro Francisco, que debíamos hacer todos los días los interminables y odiosos deberes, que solían consistir en un sinfín de operaciones y réplicas de palabras nuevas. Recuerdo que una vez tuve que copiar cerca de ¡¡¡100!!! veces la palabra habichuela. ¿Qué tiene de malo decir "avichuela"? Nadie supo decírmelo. Bueno, nadie supo decirme nada que me convenciera. Me entra un gran nerviosismo cuando pienso en el secreto. Nos dimos cuenta de ello un día, cuando el cielo comenzó, lentamente, a ponerse naranja. Poco a poco, en nuestra playa, pienso a veces que casi de forma exclusiva, ajena a todo el resto del mundo, anochecía para nosotros, de forma particular. El sol se quemaba más que nunca, tiñendo todo el espacio. La playa nunca había brillado tanto. Pasaron cientos de asteroides sobre nuestras cabezas. Un día, prometimos, viviremos en un asteroide. Planeramos por todo el mundo, por las estrellas. El viento movía la ropa en los balcones, y nosotros la tocaríamos con las manos. Colocaríamos un calcetín despistado en su lugar. Elevaríamos el globo de algún niño que, como nosotros, soñaba con elevarse y quién sabe si volver.
Hoy le pregunté si se acordaba de aquellas iniciales.
Le pregunté, y de pronto comenzó a llover desde mis ojos hacia el mundo. Me preguntó que quién era yo, mientras una enfermera entraba y me comunicaba el fin del tiempo de la visita.
El
secreto se lo ha llevado el baúl del olvido más profundo.

3 comentarios:

AsDePiqas dijo...

"No escribo bien, no escribo bien"

¬¬

Lancepimi dijo...

Si lo has escrito tu... no tengo palabras y te diré que tu estilo a cambiado radicalmente para bien no, sino para genial.

Prof. Dr. Dr. H. C. Katharina von Müllentsorgung dijo...

Gracias, de verdad.

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